martes, 25 de octubre de 2011

Desenredarme en mi orgullo.

Nunca fui buena en decir lo que siento, jamás de los jamases se me dio bien esa tarea...
Supongo que siempre suspendí esa asignatura, que algún día tendré que aprobar por no llevarla a cuesta.
Y tampoco nunca me gusto jugar con las indirectas, son demasiado odiosas aveces, nunca son demasiado claras.
Supongo que siempre me gusto jugar con las palabras cuando no querían salir, aunque muchas otras veces las entretengo para que no salgan pero se dan a notar...
Algún día de estos, el menos pensado, tendré el valor de marear y llegar a convencer a mi orgullo y mente para que salga, dejare de lado el miedo, y el patetismo de sentirme como una ridícula cuando se trata de decir lo que siento en algunas ocasiones.
Nunca se me dio bien poner mis sentimientos en orden, y sacarlos a la luz...

Ahora en noches como estas imagino el día que no halla indirectas, y nos cansemos de jugar a ver quien da el paso, Créeme que si algún día sale de mi boca ''me gustas'' me gustaras lo bastante para decírtelo.

Ahora sigo linea recta, dejando atrás lo que debería haber dejado olvidado hace mucho tiempo, el trayecto en el que ocurren las cosas parece corto, hasta que te paras a pensar en que largo duró lo que no debería haber durado ni un breve suspiro, pero todo se reduce a ''aprender y olvidar''.
Cada día avanzo en este camino, o son las ganas que tengo de volar, en el que crea nuevamente en algo más que un simple rollo pasajero de verano.
Que te sientas especial, por que lo eres para alguien mucho o poco pero lo eres, que solo a veces te demuestre que eres importante,¿quién no daría por tener eso?
Que te regalen una breve y corta sonrisa, que se acuerde de ti por las mañanas, que valla a donde estés por sorpresa te tape los ojos y no te imagines quien es hasta que no le ves los ojos o toques sus manos frías...
Para unos son tonterías, pero para otros son detalles pequeños que día a día se hacen grandes, y roban sonrisas al recordarlos...
Pensarán que soy una idiota, o quizás que sueño demasiado, pero me gusta esos detalles y sinceramente no los cambiaría por nada, suelen llenarme la vida al completo como para un niño un juguete nuevo.

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